Desde la antigüedad, la Domoterapia ha estado presente para detectar bolsas de gas, aguas subterráneas… Gracias a la radiestesia de la que nace, se puede percibir un ambiente negativo, pesadez o mala sensación del entorno y ayudar a quienes lo perciban o lo vivan.
Por tanto, permite diagnosticar diferentes fenómenos que puedan afectar a la salud de la vivienda y de las personas que viven en ellas.
La Domoterapia consiste en sanar espacios enfermos. Para lograr una vida saludable, primero hay que conseguir un entorno armónico. Cuando este pierde el equilibrio necesario para nuestro propósito de vida, podemos detectarlo mediante la Domoterapia.
Existe un protocolo que detecta y reestablece ese equilibrio necesario en el ambiente y los que conviven en él.
La Domoterapia es recomendable en casos de cambio de casa, problemas de humedad continua, conflicto familiar, enfermedades, vida laboral con obstáculos…
La Domoterapia trabaja en tres niveles o vías:
el telurismo o detección de todo aquello que sucede en el subsuelo y es patógeno.
aparatos, maquinaria que nos rodea dentro y fuera de la casa y que es patógeno.
magia negra, marcas, memorias históricas… Todos ellos pueden afectar negativamente de diferente forma.
Lo mejor es detectar a tiempo estos fenómenos patógenos que pueden afectar a nuestra vida personal. Le recomendamos nuestros cursos de formación en Domoterapia.
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